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Seis grados de separación
Según esta teoría, cada persona conoce de media, entre amigos, familiares y colegas o bien escuela, a unas 100 personas. Si cada uno de ellos de esos amigos o bien conocidos próximos se relaciona con otras cien personas, cualquier individuo puede pasar un recado a diez.000 personas más tan solo pidiendo a sus amigos que pasen el mensaje a sus amigos. Estos diez.000 individuos serían contactos de segundo nivel, que un individuo no conoce mas que puede conocer de forma fácil pidiendo a sus amigos y familiares que se los presenten, y a los que se acostumbra a recurrir para ocupar un puesto o bien efectuar una adquiere. Cuando preguntamos a alguien, por poner un ejemplo, si conoce una secretaria interesada en trabajar tiramos de estas redes sociales informales que hacen marchar nuestra sociedad. Este razonamiento supone que los cien amigos de cada persona no son amigos comunes. En la práctica, esto quiere decir que el número de contactos de segundo nivel va a ser substancialmente menor a diez.000 debido a que es muy frecuente tener amigos comunes en las redes sociales. Si esos diez.000 conocen a otros cien, la red ya se ampliaría a 1.000.000 de personas conectadas en un tercer nivel, a cien.000.000 en una cuarta parte nivel, a diez.000.000.000 en una quinta parte nivel y a 1.000.000.000.000 en un sexto nivel. En 6 pasos, y con las tecnologías libres, se podría mandar un mensaje a cualquier individuo del planeta. Por servirnos de un ejemplo, imaginemos un lustrador de la calle. Este lustrador conoce a un portero de un hotel de 2 estrellas; dicho portero conoce al dueño del hotel y este al dueño de un hotel más prestigioso; el dueño de este hotel conoce a una persona que trabaja en el gobierno y esta persona conoce al presidente. En unos pocos links se ha logrado ligar un lustrador con el presidente. Evidentemente cuantos más pasos haya que dar, más lejana va a ser la conexión entre 2 individuos y más bastante difícil la comunicación. Internet, no obstante, ha eliminado ciertas de esas barreras creando verdaderas redes sociales mundiales, singularmente en segmentos específicos de profesionales, artistas, entre otros muchos. En la década de mil novecientos cincuenta, Ithiel de Sola Pool (MIT) y Manfred Kochen (IBM) se plantearon probar la teoría matemáticamente. Si bien eran capaces de enunciar la cuestión “dado un conjunto de N personas, ¿como es la probabilidad de que cada miembro de estos N estén conectados con otro miembro vía k1, k2, k3,..., con links?”, tras veinte años aún eran inútiles de solucionar el inconveniente satisfactoriamente. En mil novecientos sesenta y siete, el sicólogo estadounidense Stanley Milgram inventó una nueva forma de probar la teoría, que llamó “el inconveniente del pequeño mundo”. El experimento del planeta pequeño de Milgram consistió en la selección al azar de múltiples personas del medio oeste estadounidense, a fin de que enviaran tarjetas postales a un extraño ubicado en Massachusetts, ubicado a múltiples miles y miles de millas de distancia. Los expedidores conocían el nombre del receptor, su ocupación y la ubicación aproximada. Se les señaló que enviaran el bulto a una persona que conociesen de forma directa y que creyeran que fuera la que más probabilidades tendría, de sus amigos, de conocer de manera directa al receptor. Esta persona debería hacer lo mismo y de esta forma consecutivamente hasta el momento en que el bulto fuera entregado personalmente a su receptor final. Aunque los participantes aguardaban que la cadena incluyese por lo menos cientos y cientos de mediadores, la entrega de cada bulto únicamente llevó, como promedio, entre 5 y 7 intercesores. Los descubrimientos de Milgram fueron publicados en “Psychology Today” y también inspiraron la oración “seis grados de separación”. El dramaturgo John Guare popularizó la oración cuando la eligió como título de su obra en mil novecientos noventa. No obstante, los descubrimientos de Milgram fueron criticados pues estos estaban basados en el número de bultos que alcanzaron el receptor pretendido, que fueron solo cerca de una tercera parte del total de bultos mandados. Además de esto, muchos demandaron que el experimento de Milgram era parcial a favor del éxito de la entrega de los bultos, eligiendo sus participantes de una lista de gente seguramente con ingresos sobre lo normal, y por consiguiente no representativo de la persona media. Los 6 grados de separación se transformaron en una idea admitida en la cultura popular una vez que Brett C. Tjaden publicase un juego de computador en el sitio de la University of Virginia basado en el inconveniente del pequeño planeta. Tjaden empleó la Internet Movie Base de datos (IMDb) para documentar las conexiones entre diferentes actores. La Gaceta Time llamó a su lugar, “The Oracle of Bacon at Virginia”, uno de los “Diez mejores sitios de 1996”. Programas afines se prosiguen utilizando el día de hoy en clases de introducción de ciencias de la computación con el propósito de ilustrar grafos y listas. En dos mil once la compañía Fb efectuó una investigación llamado “Anatomy of Facebook” con todos y cada uno de los usuarios activos de su página en ese instante 721.000.000 miembros (alrededor del diez por ciento de la población mundial) y se examinó el conjunto de amigos en común, para sacar el promedio de cuántos eslabones hay entre cualquier usuario y otro cualquiera.De esta prueba se excluyó a celebridades y conocidos.Los resultados mostraron que el noventa y nueve con seis por ciento de pares de usuarios estuvieron conectados por cinco grados de separación.Esta es la prueba más próxima de la teoría a la data de el día de hoy y da un resultado aproximado de cuatro,75 eslabones. En dos mil trece el belga Michiel Das usó la teoría de los 6 grados para localizar trabajo en la urbe de Barna. Creó 3 tarjetas de visita y las dio a 3 personas diferentes, que por su parte iban pasando sus tarjetas de visita hasta llegar a las manos de una persona que le quería contratar. Tras pasar por las manos de cuatro contactos, logró entrar en SEAT merced a la primera tarjeta de visita, lo que le llevó a salir en múltiples medios nacionales con su proyecto.
