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Hormonas y motivación sexual
La motivación sexual se puede medir utilizando una pluralidad de técnicas diferentes. Las medidas de autoinforme, como el Inventario de Deseo Sexual, se emplean generalmente para advertir niveles de motivación sexual en humanos. Técnicas de autoinforme, como la cañería falsa, se pueden utilizar para asegurar que las personas no falsifiquen sus contestaciones para representar resultados socialmente deseables. La motivación sexual asimismo se puede examinar implícitamente por medio de la frecuencia del comportamiento sexual, incluyendo la masturbación. La testosterona semeja ser un factor esencial que contribuye a la motivación sexual en los primates masculinos, incluyendo los humanos. Se ha probado que la supresión de la testosterona en la edad adulta reduce la motivación sexual tanto en los hombres como en los primates varones. Los hombres que tenían su función testicular suprimida con un oponente de GnRH mostraron disminuciones en el deseo sexual y la masturbación un par de semanas tras el procedimiento. La investigación de monos rhesus machos sugiere las funciones de testosterona para acrecentar la motivación sexual, lo que motiva a los machos a competir por el acceso a parejas sexuales. Se postula que los efectos motivadores de la testosterona en los monos rhesus machos fomentan la competencia sexual triunfante y pueden ser herramientas motivadoras particularmente esenciales para los machos de bajo rango. Es esencial tomar en consideración que la supresión de testosterona en primates no reduce la capacidad de copular; más bien, reduce la motivación para copular. Se ha probado que los niveles de testosterona en los machos cambian conforme con el estado de ovulación de las hembras. Los machos que estuvieron expuestos a los olores de las hembras que ovulaban registraron un nivel de testosterona más alto que los que estuvieron expuestos a los olores de las hembras que no ovulaban. Estar expuesto a las señales de ovulación femenina puede acrecentar la testosterona, lo que por su parte puede acrecentar la motivación de los machos para participar y también empezar el comportamiento sexual. En último término, estos niveles más altos de testosterona pueden acrecentar el éxito reproductivo de los machos expuestos a las señales de la ovulación femenina. La relación entre la testosterona y la motivación sexual femenina es algo equívoca. La investigación sugiere que los andrógenos, como la testosterona, no son suficientes por sí mismos para impulsar la motivación sexual en las hembras. Particularmente, los estudios con monos rhesus han observado que la testosterona no se asoció significativamente con las alteraciones en el nivel de motivación sexual en las hembras. No obstante, ciertas investigaciones con primates no humanos sugieren un papel de los andrógenos en el comportamiento de la reproducción sexual femenina. Las monos rhesus hembras adrenalectomizadas mostraron una receptividad sexual femenina disminuida. Estudios siguientes descubrieron que esta receptividad sexual disminuida era concreta para la supresión de andrógenos que pueden transformarse en estrógenos. También se sugiere que los niveles de testosterona están relacionados con el género de relación en la que uno está implicado. Los hombres que participan en relaciones poliamorosas muestran niveles más altos de testosterona que los hombres que participan en una relación de pareja única o bien solteros. Las mujeres poliamorosas tienen niveles más altos de testosterona y una puntuación más alta en las mediciones del deseo sexual que las mujeres solteras o bien las que tienen relaciones con una sola pareja. El estrógeno y la progesterona típicamente regulan la motivación para participar en el comportamiento de reproducción sexual de las hembras en las especies de mamíferos, si bien la relación entre las hormonas y la motivación sexual femenina no se comprende tan bien. Particularmente, se ha probado que los estrógenos se relacionan de forma positiva con los incrementos en la motivación sexual femenina, y la progesterona se ha asociado con disminuciones en la motivación sexual femenina. El periodo periovulatorio del ciclo menstrual femenino de manera frecuente se asocia con una mayor receptividad femenina y una mayor motivación sexual. A lo largo de esta etapa del ciclo, los estrógenos se elevan en las mujeres y los niveles de progesterona son bajos. Ahora, el apareamiento puede resultar en un embarazo femenino. Se ha probado que las mujeres en diferentes etapas de su ciclo menstrual muestran diferencias en la atracción sexual. Las mujeres heterosexuales que no emplean pastillas anticonceptivas que están ovulando (altos niveles de estrógenos) tienen una preferencia por el aroma de los hombres con bajos niveles de asimetría fluctuante. Las mujeres heterosexuales que ovulan asimismo muestran preferencias cara los semblantes masculinos y reportan una mayor atracción sexual a los hombres que no sean su pareja actual. Desde una perspectiva evolutiva, los incrementos de estrógenos a lo largo de los periodos fértiles en las mujeres pueden dirigir la motivación sexual cara los hombres con genes preferentes (la hipótesis de los buenos genes). Después de la menopausia natural o bien inducida quirúrgicamente, muchas mujeres experimentan disminuciones en la motivación sexual. La menopausia se asocia con una minoración veloz del estrógeno, como una tasa incesante de minoración de los andrógenos. Se piensa que la minoración de los niveles de estrógenos y andrógenos explica los niveles reducidos de deseo y motivación de reproducción sexual en mujeres posmenopáusicas, si bien la relación directa no se conoce bien. Las hormonas oxitocina y vasopresina están implicadas en la regulación de la motivación sexual tanto masculina como femenina.La oxitocina se libera en el clímax y se asocia con el placer sexual y la capacitación de vínculos sensibles. Basado en el modelo de placer de la motivación sexual, el incremento en el placer de la reproducción sexual que ocurre tras la liberación de oxitocina puede estimular la motivación para participar en futuras actividades de reproducción sexual. La proximidad sensible puede ser un predictor en especial fuerte de la motivación sexual en las mujeres y la liberación deficiente de oxitocina puede reducir más tarde la excitación y la motivación de la reproducción sexual en las mujeres. Los altos niveles de vasopresina pueden conducir a una minoración en la motivación sexual para las hembras. Un vínculo entre la liberación de vasopresina y la agresión ha sido observado en las hembras, lo que puede afectar a la excitación sexual y la motivación que lleva a sentimientos de abandono y de la hostilidad cara la pareja sexual. En los hombres, la vasopresina está implicada en la fase de excitación. Los niveles de vasopresina han probado acrecentar a lo largo de la contestación eréctil en la excitación, y la minoración de valores basales tras la eyaculación. El incremento de la vasopresina a lo largo de la contestación eréctil puede estar de manera directa asociado con el incremento de la motivación para participar en el comportamiento sexual.Estrógeno y progesterona
Oxitocina y vasopresina