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Error fundamental de la atribución
No hay una explicación admitida universalmente del fallo esencial de atribución. Ahora se especifican ciertas hipótesis de las causas del error: 1. Hipótesis del planeta justo: Melvin Lerner (mil novecientos setenta y siete) teorizó la creencia que las personas consiguen lo que merecen y merecen lo que consiguen. Atribuir descalabros o bien fallas a causas de predisposición más que a situacionales, exactamente las mismas que son inmutables y también incontrolables, satisfaciendo la necesidad de pensar en un planeta justo y de control sobre nuestra vida. En verdad, la motivación de ver a un planeta justo reduce la percepción de amenazas (Burger, 1981;Walster, 1966, brindando sensación de seguridad, encontrando significado a las circunstancias bastante difíciles y también inseguras y beneficiándonos psicológicamente (Gilbert & Malones, mil novecientos noventa y cinco). Desafortunadamente, la hipótesis de un planeta justo dio paso a una tendencia de derogación y culpabilidad a víctimas de acontecimientos trágicos o bien eventuales, como a víctimas de violaciones (Abrams, Viki, Masser, & Bohner, 2003;Bell, Kuriloff & Lottes, 1994 y de abusos familiares (Summers & Feldman, 1984 con el propósito de sosegarse de su insensibilidad a estos géneros de acontencimientos. Aun las personas pueden llegar a extremos, como que la culpa de la víctima en una “vida pasada” con el propósito de justificar un mal resultado (Woolger, mil novecientos ochenta y ocho). /P> 2. Comunicación del actor: A causas potenciales que atrapan nuestra atención generalmente se tiende a atribuir efectos observados. Cuando se observa a otras personas, el individuo es el punto referencial principal, al tiempo que se pasa por alto la situación tal y como si fuera solamente que un simple fondo. Por consiguiente, las atribuciones del comportamiento de otros se enfocan en la persona que observamos, no a fuerzas situacionales que actúan sobre la persona de la que no se es consciente. (Lassiter, Geers, Munhall, Ploutz – Zinder & Breitenbecher, 2002; Robinson & Mc Arthur, 1982; Smiller & Millar, 1979 (En el momento en que nos observamos somos más siendo conscientes de las fuerzas actúan sobre nosotros). La diferencia entre la orientación interna vs. la externa explica el corte entre actor y observador. (Store, mil novecientos setenta y tres). /P> 3. Falta de Ajuste de esfuerzo: En ocasiones, pese a saber que el comportamiento de las personas está limitado por factores situacionales, incluso de esta forma cometemos un fallo esencial de atribución (ejemplo Jones & Harris, mil novecientos sesenta y siete). Esencialmente se debe a que no se considera simultáneamente la información del comportamiento y la casual para caracterizar las disposiciones del agente (Gilbert, dos mil dos) En un inicio, empleamos el comportamiento observado para caracterizar a la persona por la automaticidad (Carlston & Skowronski, 1994; Moskowitz, 1993; Nezman, 1993; Uleman, 1987; Winter & Uleman, mil novecientos ochenta y cuatro). Se requiere efectuar un esmero deliberado y consciente para ajustar la inferencia considerando las restricciones situacionales. En consecuencia, cuando no existe suficiente información situacional para el ajuste, la inherencia incorrecta crea el fallo esencial de atribución. Cuando las personas carecen de motivación y energía confía más en el fallo esencial de atribución (ejemplo carga cognoscitiva) para procesar información situacional. (Gilbert, mil novecientos ochenta y nueve) educción de Efectos de Error Se han encontrado técnicas eficaces para corregir el corte a través de la reducción de los efectos del fallo esencial de atribución: • Poner atención en información de acuerdo. Al haber un comportamiento igual en la mayor parte de las personas al enfrentarse a una misma situación, resulta más probable que la causa sea la explicación del comportamiento. • Preguntarse a uno mismo de qué manera actuaría en esa situación. • Buscar causas inadvertidas; particularmente buscar factores menos sobresalientes. • Además, se ha descubierto en una investigación que si al partícipe se le avisa que el escritor tiene motivos ocultos para decantarse por un punto de vista, tal como un maestro con opinión parcializada en un tema concreto, va a ser menos propenso a ser víctima de un fallo esencial de atribución. Investigaciones anteriores han probado la existencia de diferencias culturales por la susceptibilidad de cometer un fallo esencial de atribución: Personas pertenecientes a etnias individualistas son más propensas que los individuos de etnias colectivas a cometer esta clase de fallo (Miller, mil novecientos ochenta y cuatro). Se ha encontrado atención distinguida en los factores sociales entre las personas independientes y también dependientes entre sí, tanto en contexto social como no social: Masuda y sus colegas (dos mil cuatro) en su experimento de presentación irónica manifestaron que el juicio de los nipones en El fallo de atribución esencial generalmente es utilizado de forma reemplazable con la tendencia de correspondencia (En ocasiones llamada inferencia de correspondencia – mas este término se refiere a un juicio natural que no necesariamente forma una tendencia; al paso que la tendencia brota cuando la inferencia presentada es incorrecta, ejemplo la inferencia de predisposición cuando la causa actual es situacional). No obstante, hay un discute sobre si los 2 términos habrían de ser distinguidos el uno del otro. 3 primordiales diferencias entre los procesos de su juicio se han aducido: 1. Moriría que se provocaron bajo diferentes circunstancias, tanto como inferencias de predisposición y también inferencias de situación que pueden ser logradas de manera espontánea. (Hamilton mil novecientos ochenta y ocho). El proceso de atribuciones, no obstante, semeja solo acontecer cuando el evento es inopinado o bien contrario a esperanzas anteriores. Dicha noción es apoyada por una investigación conducido por Semin y Marsman (mil novecientos noventa y cuatro), quienes hallaron que diferentes géneros de verbos invitaban a diferentes inferencias y atribuciones. Las inferencias pertinentes fueron elevadas a un mayor nivel por verbos de acción interpretativa (tal y como “a ayudar”) que por acciones de estado o bien verbos de estado, de este modo insinuando que los 2 sean producidos bajo diferentes circunstancias. 2. Las inferencias pertinentes y atribuciones casuales difieren en automatización. Las inferencias pueden acontecer de manera espontánea si el comportamiento implica una situación o bien inferencia de predisposición, mientras que las atribuciones con causa ocurren poco a poco (ejemplo Smith & Miller, mil novecientos ochenta y tres). /P> 3. Asimismo ha sido sugerido que las inferencias pertinentes y atribuciones de causas son provocadas por diferentes mecanismos. Es conforme general que las inferencias pertinentes son formadas por ir por medio de diferentes etapas. En primer lugar, la persona debe interpretar el comportamiento, y después, si hay suficiente información para hacerlo, añadir información situacional y repasar su inferencia. Pueden entonces ajustar todavía más sus inferencias teniendo presente la predisposición de información (Gilbert, 1989; Krull & Dill, 1996. Las atribuciones causales no obstante semejan estar formadas así sea por el procesamiento de información visual usando los mecanismos de percepción, o bien por la activación de estructuras de conocimiento (por poner un ejemplo, esquemas) o bien por el análisis sistemático de datos y el procesamiento (Anderson, Krull y Weiner, mil novecientos noventa y seis . Por ende, dada a la diferencia en estructuras teóricas, las inferencias de correspondencia están más relacionadas con la interpretación del comportamiento que con las atribuciones casuales. Basado en las diferencias ya antes mentadas entre las atribuciones causales y las inferencias pertinentes, ciertas estudiosos arguyen que el fallo de atribuciones esencial habría de ser considerado como la tendencia de hacer explicaciones de predisposición ya antes que explicaciones de situación para el comportamiento, al tiempo que la tendencia de correspondencia habría de ser considerada para establecer inferencias de predisposición desde el comportamiento (ejemplo Hamilton, 1998; Krull, dos mil uno) Con tan diferentes definiciones entre las 2, ciertos estudios trans-culturales asimismo han encontrado que las diferencias culturales de las tendencias de correspondencias no son equivalente para aquellos que pertenecen al fallo de atribución esencial. Al paso que la segunda ha resultado ser más usual en las etnias individualistas que etnias colectivista, la correspondencia se genera por medio de las etnias (por poner un ejemplo, Masuda y Kitayama, 1996; Choi y Nisbett, 1998; Krull, Loy, Lin, Wang, Chen, y Zhao, mil novecientos noventa y nueve , lo que señala las diferencias entre los 2 términos. 1. ^ Ross, L. (mil novecientos setenta y siete). The intuitive psychologist and his shortcomings: Distortions in the attribution process. 'In L. Berkowitz (Ed.), Advances in experimental social psychology (vol. diez, pp. 173–220). New York: Academic Press. 2. ^ Jones, Y también. Y también. & Harris, V. A. (mil novecientos sesenta y siete). The attribution of attitudes. Journal of Experimental Social Psychology, tres, 1–24. 3. ^ Gilbert, D. T., & Malone, P. S. (mil novecientos noventa y cinco). The correspondence bias. Psychological Bulletin, ciento diecisiete, 21–38. PDF 4. ^ Gilbert, D. T. (mil novecientos noventa y ocho). 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