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Efecto del falso consenso
En sicología, el efecto del falso acuerdo es un corte cognitivo por el que bastantes personas tienden a sobreestimar el grado conforme que el resto tienen con ellos. Las personas tienden a suponer que sus creencias, opiniones, predilecciones, valores y hábitos se encuentran entre las más escogidas, apoyadas extensamente por la mayor parte. Esta creencia es un corte que exagera la confianza de los individuos en sus opiniones, todavía cuando estas sean equivocadas o bien minoritarias. Frecuentemente este corte aparece en conjuntos de opinión en los que la opinión colectiva es exactamente la misma que la de los individuos del conjunto. Como los miembros del conjunto han alcanzado un acuerdo interno y extrañamente hallan a alguien que dispute ese acuerdo, tienden a opinar que todo el planeta, incluyendo las personas que están fuera del conjunto, es de exactamente la misma opinión que el conjunto. No hay una causa simple para este corte cognitivo; se ha sugerido que cuando menos parcialmente los factores pueden ser la heurística de disponibilidad y el corte de autoservicio. Desde los tiempos de Freud se han publicado un elevado número de trabajos sobre las tendencias de las personas a atribuir a otras peculiaridades que se hallan en sí. Conforme con esto puede aseverarse que, por ejemplo: Es esencial apuntar que la gente no siempre y en todo momento piensa que sus opiniones son compartidas por la mayor parte. El efecto de falso acuerdo se refiere solo a una tendencia de la gente a sobreestimar la extensión de una creencia determinada que está relacionada con la creencia propia. De esta manera, los fundamentalistas religiosos no creen necesariamente que la mayor parte de la gente comparte su religiosidad, mas sus cálculos del número de fundamentalistas o bien personas que comparten con él ciertos puntos de vista probablemente sobrepasa el número verdaderamente existente. Desde el campo de la sicología de masas, Freud criticó el término de Gustave Le Bon de un "ánima colectiva", mostrando que verdaderamente el sujeto en masa cede el sitio de su ideal del yo para que sea ocupado por el líder. En la masa, el individual se difumina, se volatiza, siendo sustituido el ideal del yo por el ideal de la masa, encarnado por el líder, mediante un proceso de identificación. El "líder" es un término, con lo que puede tratarse tanto de una persona como de un ideal. En la obra de Freud se ven unificados en consecuencia diferentes conceptos claves como la identificación, el narcisismo o bien la propia proyección ya mentada, entre otros muchos. Otra referencia temprana interesante son las repercusiones extraídas de los estudios del desarrollo cognoscitivo de Jean Piaget en la siguiente vida adulta. En ellos destaca la etapa comprendida en torno a los seis-siete años, en la que el pequeño entra en el llamado periodo de las operaciones específicas. El esquema intelectual que más cuesta adquirir al adulto y que procede de dicha etapa es el de la capacidad de reversibilidad, o sea, ser capaz de invertir las operaciones lógicas. Por poner un ejemplo, si a un pequeño de 4 años, llamado Javier y que tiene una hermana llamada María, le preguntan si su hermana María tiene un hermano, seguramente contestará: «Somos 2 hermanos y María no tiene ningún hermano». Todavía faltaría salir de su opinión y ver las cosas desde el otro, o sea, todavía no dispone de capacidad de reversibilidad, esencial por otro lado en las operaciones matemáticas. Curiosamente la reversibilidad se edifica al tiempo que la socialización, o sea, aceptar los otros puntos de vista, o bien en otros términos, adquirir la capacidad de empatía. También resulta interesante relacionar la tipología del individuo y su tendencia al efecto del falso acuerdo a efectos de su posible alteración. De esta forma por poner un ejemplo, Carl Gustav Jung plantea el hecho de que diferentes individuos quedarían enmarcados en una actitud concreta: introversión o bien extroversión, y en una configuración de funciones diferenciada: pensamiento, sentimiento, sensación o bien intuición. Al charlar del tipo intelectual extrovertido afirma lo siguiente: El experimento de falso acuerdo más convocado en la literatura se efectuó con estudiantes universitarios a los que se les preguntó si estarían prestos a hacer de hombre-anuncio por el campus, llevando un letrero delante y otro detrás con la palabra «arrepentíos». En suma múltiples cientos de estudiantes, participaron en el experimento. Un cierto número admitió y otros rechazaron el trabajo. Entonces se solicitó a los dos conjuntos (los "aceptantes" y los "rechazadores") que calculasen los porcentajes de quienes admitían y de los que rechazaban. Resultó que los cálculos de los estudiantes estaban inclinados cara lo que mismos pensaban: quienes estaban prestos a admitir el letrero creían que el sesenta por ciento asimismo lo estaría, quienes lo rechazaban estimaban que solo el veintisiete por ciento estaría presto a llevarlo. El corte informativo es una de las causas que está tras el efecto de falso acuerdo.Esto se ha probado considerando las estimaciones del porcentaje de fumadores que hace una determinada persona está de forma positiva relacionado con el número de fumadores que conoce esa persona. Las contestaciones suministradas por 2 conjuntos de jóvenes que difieren en el consumo de alcohol ante el interrogante "¿Cuánta gente de tu edad acostumbra a tomar alcohol?" es un claro ejemplo de efecto del falso acuerdo. En una investigación sobre la percepción del grado de consumo de alcohol por los jóvenes descubrió que los no usuarios (mil doscientos setenta y seis encuestados) diferían de manera notable de los usuarios (mil setecientos ochenta y nueve encuestados). De esta manera, ante el interrogante "¿Cuánta gente de tu edad acostumbra a tomar alcohol?", más del cincuenta por ciento de los jóvenes que generalmente consume alcohol respondió "prácticamente todos", al tiempo que menos del diecinueve por ciento de los del conjunto de no usuarios dieron exactamente la misma contestación. Y la repuesta Pocos-Poquísimos-Ninguno se dio más del veinticuatro por ciento en el conjunto No-usuarios contra un esmirriado tres por ciento en el conjunto Usuarios (ocho veces más) Resultados afines se han informado respecto al consumo de tabaco. Una patentiza sólida de este mecanismo de corte en el efecto de falso acuerdo es que se ha demostrado que las estimaciones del porcentaje de fumadores que hace una determinada persona están de forma positiva relacionadas con el número de fumadores que conoce esa persona. Igualmente se ha demostrado que ciertas conductas sexuales, están con fuerza influidas por el efecto de falso acuerdo, llegándose en algunos casos a que el ochenta y cuatro por ciento de un conjunto de individuos jóvenes mostraban en alguna medida un efecto de falso acuerdo, cuando valoraban el haber tenido relaciones prematrimoniales La mayor una parte de la investigación reciente sobre el efecto de falso acuerdo se ha esforzado por comprender por qué razón la gente exagera sin percatarse del grado en que el resto comparten sus ideas. Esa investigación ha revelado que no hay una causa única, sino más bien un conjunto de causas asociadas a factores motivacionales, de disponibilidad de información y causas relacionadas con la vaguedad y la atribución equivocada de causas. Hay perseverancia de que el efecto de falso acuerdo, en algunos casos, deriva del deseo de sostener una evaluación positiva del propio juicio. Este deseo puede verse reforzado si el individuo estima que sus opiniones son exactamente las opiniones de la mayor parte. Esta idea es congruente con observaciones de que las personas están en especial inclinadas a percibir apoyo social para sus opiniones, cuando tienen una inversión sensible en ellas, y cuando su autoestima ha sido conminada por una experiencia errada precedente. Y asimismo está relacionado con otras observaciones conforme las que las personas están inclinadas a exagerar el grado en que individuos particularmente atractivos y respetados coinciden con sus opiniones. Otra posible causa del efecto del falso acuerdo es que los individuos no reciben exactamente la misma cantidad de información a favor y contra una determinada creencia. En verdad, es un hecho bien demostrado que las personas están expuestas selectivamente a información que tiene a respaldar sus opiniones y costumbres, en una parte por culpa de sus hábitos y la gente con la que se relaciona. Los conservadores leen prensa conservadora que fortalece sus ideas; los fundamentalistas religiosos cristianos tienden a leer literatura «creacionista» y no biología evolutiva, lo que reafirma su convicción de que la evolución es tan solo una teoría y no un hecho que se considera extensamente probado. Debido a que los individuos en su entorno hallan tan de forma frecuente razonamientos y patentizas que apoyan sus opiniones, al paso que les llega poquísima información que las desmienta, las opiniones de individuos semejan más prudentes y seguras, y por consiguiente más habituales y extendidas, de lo que parecerían si recibiesen información más equilibrada. Y no solo los individuos tienen más información sobre razonamientos que confirman sus opiniones, sino generalmente tienen nudos más estrechos con personas que comparten sus opiniones y costumbres. En consecuencia cuando tratan de calcular o bien querer el número de personas que comparten alguna de sus opiniones o bien hábitos, sobrevaloran desde una muestra extensamente sesgada. Otra posible causa del falso acuerdo es la atribución de la conducta individual, la propia y la de otros, a factores externos. La lógica es la siguiente: si alguien piensa que determinados factores externos rigen su conducta, seguramente creerá que en exactamente las mismas circunstancias, otras personas asimismo se verían perjudicados por esos factores externos; no obstante, cuando alguien atribuye una conducta o bien una de sus opiniones particulares o bien a disposiciones o bien experiencias pasadas, va a tener menos tendencia a meditar que otras personas actuarían de exactamente la misma forma en exactamente el mismo caso. Como está probado experimentalmente que las personas están más inclinadas a explicar su conducta en concepto de factores exteriores que de experiencias pasadas, se prosigue que la gente creerá que la conducta de otras personas se debe a causas externas, en mayor grado que a experiencias pasadas. Ese mecanismo nos da la creencia de que otras personas reaccionarían en exactamente los mismos términos que mismos. Aunque no todos y cada uno de los géneros de conducta provocan en mismo grado la repercusión de factores externos. En verdad en ensayos controlados se puede inducir lo opuesto. En un experimento múltiples individuos inducidos a explicar sus preferencias en causas personales mostraron estar menos perjudicados por el efecto de falso acuerdo que quienes fueron inducidos a explicarlas por factores externos. Este experimento muestra que el peso de los factores externos puede ser manipulado y cambia de manera notable conforme la situación, mas por su parte confirma que si considera los factores externos como una buena explicación, el efecto del falso acuerdo aparece en mayor medida. Otro conjunto de factores para explicar el efecto del falso acuerdo, que quizás sea el que tenga consecuencias más serias, debe ver con la resolución de vaguedades inherentes a la mayor parte de temas, situaciones y elecciones entre múltiples opciones. De este modo para decidir qué pensamos de un tema, primero debemos detallar o bien aclarar exactamente en qué consiste el tema, su alcance e inclusive su definición. Por servirnos de un ejemplo, para decidir si preferimos las películas francesas o bien las películas italianas debemos determinar primero a qué nos referimos con «películas francesas» y con «películas italianas». Si consideramos como unos ejemplos preceptivos de cine italiano películas como Ladrón de bicis y La strada probablemente prefiramos las películas italianas y además de esto imaginemos que un porcentaje mayor de la población general comparta la preferencia por el cine italiano, que si como unos ejemplos preceptivos de cine italiano tomamos los "spaghetti western". Esto es, el modo perfecto preciso en de qué forma se definen o bien acotan 2 categorías, no solo influirá en la preferencia, sino asimismo alterará la estimación sobre hasta qué punto el resto comparten dicha preferencia. En esta interpretación del efecto del falso acuerdo intervienen 2 suposiciones básicas: El proceso de razonar basado en conjeturas es tan natural y automático que, a menudo, los individuos pasan por alto este hecho. Eso así como la idea de compartir una sola realidad material objetiva hace que a menudo se ignore que otras personas responden a supuestos radicalmente diferentes. La investigación experimental muestra que las diferencias de supuestos y también interpretaciones de exactamente los mismos hechos, tienen un peso significativo en la aparición del efecto del falso acuerdo. Si bien la mayor parte de personas se da cuenta que otras personas tienen diferentes gustos, valores y orientaciones, pasa por alto en mayor grado que un mismo inconveniente se plantea de forma diferente con visiones del planeta diferentes; puesto que los presuntos sobre el inconveniente pueden diferir completamente de una persona a otra. Y de igual manera que alguien puede preferir el cine francés al italiano en función de qué tome como representativo de cada género de cine, va a tomar elecciones diferentes conforme sus supuestos o bien interpretaciones inconscientes del mismo inconveniente. Esto se relaciona con la observación de que en ocasiones las aparentes diferencias de opinión no se basan tanto en un diferente «juicio del objeto», sino más bien en un diferente «objeto de juicio». En tanto que los sujetos no son siendo conscientes de que diferentes personas proponen las cuestiones en torno a determinados inconvenientes o bien situaciones, conforme supuestos diferentes, pueden llegar a pensar que su línea de pensamiento es más frecuente de lo que verdaderamente es, simplemente por el hecho de que se fundamenta en supuestos muy particulares.
Los fundamentalistas, los ultraconservadores y extremistas de signo variado, juzgan que sus reivindicaciones, valores, y opiniones, son compartidos por considerablemente más gente de la que verdaderamente las comparte, debido al efecto de falso acuerdo. Causas motivacionalesEditar
Causas por corte informativoEditar
Causas asociadas a la atribuciónEditar
Causas asociadas a la ambigüedadEditar
Representaciones bidimensionales equívocas de objetos tridimensionales.
