Enciclopedia/Diccionario de Psicología y Neurociencias:
ıllı Autoritarismo wiki: info, libros pdf y vídeos
- Detalles
- Categoría: PSICOLOGIA (WIKINFO)
Autoritarismo
Autoritarismo, en las relaciones sociales, es una modalidad del ejercicio de la autoridad que impone la voluntad de quien ejercita el poder en ausencia de un acuerdo construido de forma participativa, produciendo un orden social opresivo y carente de libertad y autonomía. La sociedad preindustrial está marcada por la imposición de una fuerte autoridad y jerarquía en todos y cada uno de los órdenes (religioso, político, económico, etcétera), con una indiscutida autoridad masculina y paterna en la familia (patriarcado, paternalismo), en frente de los grados cada vez mayores de libertad y autonomía propios de la sociedad industrial y la sociedad postindustrial. En el contexto sicológico individual, mas asimismo social, se define la personalidad déspota. En educación, se define la pedagogía déspota, heterónoma o bien tradicional, en frente de la pedagogía progresista. En ciencia política y sociología el término de "autoritarismo" no tiene una definición unívoca, lo que deja identificar como déspotas muchas y muy, muy diferentes ideologías, movimientos y regímenes políticos. Ciertas definiciones lexicográficas son simplificadoras: "sistema fundado primariamente en el principio de autoridad" -esto es, que no acepta crítica-; "se acuñó por el fascismo como término apreciativo, para pasar a ser empleado ... para indicar la “autoridad malvada” ... el abuso y el exceso de la autoridad que aplasta la libertad ... más que representar lo opuesto de democracia ... significa lo opuesto de libertad". Otras se hacen por acumulación de términos que, aunque pueden comprenderse como relacionados, no son rigurosamente sinónimos ("la doctrina política que aboga por el principio del gobierno absoluto: absolutismo, autocracia, despotismo, dictadura, totalitarismo"). Las que pretenden concretar rasgos se centran en cuestiones como "la concentración de poder a cargo de un líder o bien una pequeña élite que no es constitucionalmente responsable frente al cuerpo del pueblo", el "ejercicio arbitrario del poder sin consideración de otros cuerpos" que puedan limitarles (separación de poderes), y la inexistencia de mecanismos que dejen una eficaz alternancia en el poder, como las elecciones libresmultipartidistas. La utilización del término "totalitarismo" para determinadas ideologías, movimientos y regímenes políticos del periodo de entreguerras (comunismo soviético -estalinismo- y fascismoitaliano, nacional-socialismo alemán y nacional-sindicalismo de España de los años treinta y franquismo de los años cuarenta) se fundamentaba en su busca de la homogeneización de todos y cada uno de los planos de la vida pública e inclusive privada y la negación de cualquier clase de discrepancia o bien oposición, llegando a justificar la exterminación y, en casos extremos el exterminio, del disidente o bien del "diferente". La condición extremista de ideologías, movimientos y regímenes totalitarios los diferencia de otro género de situaciones políticas que, siendo asimismo opuestas a la democracia liberal y al reconocimiento de derechos y libertades, singularmente desde la derecha política tradicional del siglo XIX, lo hacían de una manera por lo menos sutilmente más moderada, o bien no tan radical; como el moderantismo, el conservadurismo, el tradicionalismo, el nacionalismo o bien el militarismo. La distinción entre totalitarismo y autoritarismo, en el momento de delimitar regímenes específicos, sería no tanto una cuestión escencialista sino más bien de grado, tanto en la magnitud de sus propósitos (una revolucionaria transformación social e inclusive humana -"hombre nuevo"- en el caso del totalitarismo, propósitos frecuentemente conservadores o bien retrógrados en el caso del autoritarismo) como la manera de realizarlos, en el éxito de su implantación y en la capacidad de contestar a las circunstancias variables con mayor o bien menor rigidez (más propia del totalitarismo -en el caso de enfrentamiento con la realidad, opta por convertir la realidad a cualquier costo-) o bien flexibilidad (más propia del autoritarismo -en el caso de enfrentamiento con la realidad, opta por amoldarse a ella, incluso a costa de separarse de sus principios-) y su mayor o bien menor prolongación en el tiempo. Como intento de distinción, está muy extendida y debatida (al considerársela orientada a la justificación del apoyo estadounidense a ciertos regímenes dictatoriales, particularmente al franquismo -desde los años cincuenta-) la propuesta de Juan J. Linz de distinguir entre régimen déspota y régimen totalitario, al aceptar el autoritarismo un pluralismo político limitado y no representativo, que evita el recurso a la movilización de masas y otros rasgos propios del totalitarismo. Hasta determinado punto, una distinción paralela es la que hace Hugh Trevor-Roper entre fascismo y fascismo clerical. La existencia o bien no de un "autoritarismo de izquierdas" es asimismo objeto de discute. La identificación del Estado con "el partido", en ausencia de otro posible partido, es más bien una característica propia de los regímenes totalitarios que de los déspotas (que pueden permitir un cierto grado o bien apariencia de pluralismo político, como algún género de consulta popular adecuadamente dirigida en su interés); mas sí es propio del autoritarismo la negación de legitimidad a cualquier forma de expresar los intereses individuales o bien de conjunto (por poner un ejemplo, la lucha de clases o bien las reivindicaciones identitarias -nacionalistas, étnicas, religiosas, de género-) que no coincida con los intereses generales tal y como se comprenden protegidos por la autoridad, que pretende ser ejercida de forma paternalista en beneficio de todos, aun de los que "por su bien" son reprimidos. En realidad, la identificación y administración de la voluntad general, como la atribución de la soberanía, son temas, vitales en las doctrinas políticas contemporáneas, que textos tradicionales como el de Rousseau (El contrato social, mil setecientos sesenta y dos) no dejaron resueltos.Tanto los defensores de la libertad o bien de la democracia como los del totalitarismo o bien del autoritarismo pueden demandar ser herederos intelectuales de Rousseau. Tal cosa se verificó de manera temprana, con la experiencia revolucionaria francesa de mil setecientos ochenta y nueve y el Terror. Además de la utilización de la religión como uno de los mecanismos de legitimación y de control social por los regímenes déspotas o bien totalitarios (el nacionalcatolicismo de España dentro del franquismo y otros casos de fascismo clerical -término teorizado por Hugh Trevor Roper-); el autoritarismo puede ser un término aplicable a ciertas formas rigoristas de comprender la religión tanto en sus aspectos personales como colectivos y su relación con el Estado y la sociedad (relaciones Iglesia-Estado, tolerancia o bien intolerancia religiosa, etcétera) En el caso de una completa subordinación de las autoridades civiles a las religiosas y de la implantación de un proyecto político-social absolutamente orientado por una concepción rigorista de la religión, se emplea el término teocracia (revolución islámica de Van a ir, régimen talibán en Afganistán). En el caso de la superioridad de la máxima autoridad civil, a la que se le proporciona asimismo autoridad religiosa, sería de utilizacíon el término historiográfico "cesaropapismo", si bien no es frecuente emplearlo en países musulmanes, donde la situación es muy frecuente (en diferentes contextos, Marruecos o bien Arabia Saudita). No debe confundirse con los términos cesarismo y bonapartismo, que se emplean en contextos seculares.