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- Categoría: PSICOLOGIA (WIKINFO)
Asertividad
La asertividad es una habilidad social y sociable consistente en conocer los propios derechos y defenderlos, respetando a los demás; tiene como premisa esencial que toda persona tiene derechos básicos o bien derechos afirmativos. Como estrategia y estilo de comunicación, la asertividad se ubica en un punto intermedio entre otras muchas 2 conductas polares: la pasividad, consistente en dejar que terceros decidan por nosotros, o bien pasen por alto nuestros derechos; y por otra parte tenemos la agresividad, que se presenta cuando no somos capaces de ser objetivos y respetar las ideas del resto. El término de asertividad acostumbra a definirse como un comportamiento comunicacional en el que la persona no agrede ni se somete a la voluntad de otras personas, sino manifiesta sus convicciones y defiende sus derechos. Es asimismo una forma de expresión coherente, directa y equilibrada, cuya finalidad es comunicar nuestras ideas y sentimientos o bien proteger nuestros lícitos derechos sin la pretensión de herir o bien dañar, actuando desde un estado interior de autoconfianza, en vez de la emocionalidad limitante propia de la ansiedad, la culpa o bien la saña. Contar con un criterio propio en la sociedad es imprescindible para comunicarnos de una mejor forma. En la década de mil novecientos cuarenta Andrew Salter definió la asertividad como un rasgo de personalidad y creyó que ciertas personas la tenían y otras no. La definieron como “la expresión de los derechos y sentimientos personales”, y encontraron que prácticamente todo el planeta podía ser afirmativo en ciertas situaciones y completamente ineficaz en otras. Asimismo se descubrió que la Asertividad debe ver con el grado de madurez de cada individuo; como de los factores sensibles y también intrínsecos de la personalidad, las personas cuya autoestima es elevada tienden a desarrollar un mayor grado de asertividad. Las diferencias entre las personas afirmativas y las que no desarrollan esta habilidad se encuentra en la carencia de carácter, como de ideologías, falta de confianza en sus habilidades o, que carezca de objetivos claros al comunicarse. Por lo tanto la conducta afirmativa se puede adiestrar y de esta forma acrecentar el número de situaciones en las que tendremos una contestación afirmativa. La persona que cuenta con la capacidad de aseveración logra sus objetivos, se respetan a ellos mismos y asimismo a quienes los rodean, expresan sus ideas y actúan en el instante y sitio convenientes, honestamente y sinceridad. Muestran autenticidad en sus actos y tienen la capacidad de decidir inmediatamente y objetiva. Su conducta verbal: Expresión verbal directa y sincera, mensajes “Yo” en primera persona ("pienso","siento","deseo") invita al diálogo, hace preguntas y solicita participación, tiene capacidad para disentir y solicitar aclaraciones claramente. Su conducta no verbal: escucha activa cara el interlocutor, contacto ocular directo, mas no desafiante, habla fluida y segura, ademanes firmes y relajados, cercanía física y contacto anatómico. Toda persona tiene derecho a tomar decisiones en qué momento prestar ayuda a el resto en tanto que es un derecho individual, no obstante se debe tener en cuenta que no es recomendable proteger nuestros derechos cuando corremos riesgo de percibir agresión física o bien se viole la legalidad. No hay una “personalidad innata” afirmativa o bien no afirmativa, la conducta afirmativa se aprende por imitación y refuerzo, esto es, se compone de lo que se nos ha trasmitido como modelos de comportamiento, así sea nuestro núcleo familiar, escolar o bien laboral. Sostenga en psique que hay un instante y una forma convenientes para efectuar cada actividad, y la mejor forma de hacerlo consiste en ser afirmativo, esta es la llave para conseguir el éxito en las relaciones interpersonales. Joseph Wolpe y Richard Lazarus en mil novecientos cincuenta y ocho dan el primer término de Asertividad como tal, y descubrieron que prácticamente todo el planeta puede ser afirmativo en ciertas situaciones y en otras no. En E.U. se efectuaron investigaciones sobre la ansiedad social y sus tratamientos. En mil novecientos setenta y uno Marsall introduce a la Asertividad al cuerpo de las habilidades sociales con el procedimiento estructurado de adiestramiento. Se efectúa la BAT (Behavioral Assertiveness Test) que es un test conductual de Asertividad, creado por Eisler en mil novecientos setenta y cinco. Del Greco plantea el modelo bidireccional en el que explica las diferencias entre conducta Afirmativa, no afirmativa y violenta. En mil novecientos ochenta y cinco Becker y Heimberg crean el test conductual de Asertividad para personas deprimidas. En el año dos mil uno Davis Mckay y Eshleman charlan de suposiciones equivocadas como obstáculo para la conducta afirmativa. Para el año dos mil dos dos mil cuatro Flores y Díaz, mientan que la Asertividad depende de la cultura contextual, la situación y la sicología. Varios autores mantienen que la asertividad tiene una relación directa con la autoestima. Las personas que no se consideran valiosas frecuentemente optan por no proteger sus derechos de forma activa, lo que crea un círculo vicioso al regresar a minar su autoestima cuando sus derechos no son respetados. En este caso se puede dar una contestación diferente conforme el impulsor interno: agresividad cuando el foco de atención está exageradamente puesto en las necesidades de uno mismo y sumisión cuando se quiere agradar a el resto. Otros motivos del déficit de asertividad serían la repercusión de determinados estereotipos sociales y laborales. En ciertas etnias o bien organizaciones muy jerarquizadas se establece la sumisión como la conducta admitida en ciertos papeles y géneros. El estado sensible asimismo influye en la contestación que se pueda dar en un instante específico. Una alta carga de agobio puede provocar una conducta exageradamente violenta o bien pasiva, produciendo a veces mayor ansiedad debido al rechazo que la propia contestación provoca en el resto. Hasta el instante no se ha hallado una causa innata relacionada con la asertividad, aunque hay determinados factores genéticos que podrían jugar un papel en el desarrollo de la poquedad y, en consecuencia, el déficit de asertividad.